Tratado clásico de tipografía: 24 Sistemas para evitar las líneas cortas

Diversos sistemas. Con el fin de dar a la composición una presentación elegante buscando el macizo de las páginas en obras de ciertas pretensiones artísticas, se han ideado varios sistemas de composición; todos ellos tienden a suprimir las líneas cortas y el blanco de entrada en los principios de párrafo.
Ya en el siglo XV hubo tipógrafos que imprimieron algunas obras con esta supresión de blancos; así se ve, en 1471, en la obra Quintiliani Institutiones Oratoriae, de Jenson, y en otra del impresor Herold, en 1481, titulada Origenis Prooémium contra Celsum. En ellas, para indicar el punto y aparte, empleaban el signo llamado calderón, o bien pequeños adornos o viñetas.

Hacia el 1914 se intentó resucitar la novedad por iniciativa de Rafael Bertieri, publicista italiano, director de la revista técnica Il Risorgimiento Gráfico, que presentó un nuevo modelo, al que siguieron otros, entablándose viva polémica sobre el particular.
Los tipógrafos, en general, si les dieron buena acogida desde el punto de vista artístico, no obstante, en la práctica no les dieron gran difusión; unos por el mayor tiempo que exige su composición, otros por resistencia del público y de los autores.

En el sistema que imita las obras antiguas se suprime la entrada, que se substituye por el calderón ¶. Se hace luego todo a composición seguida, indicando los puntos y aparte por medio del calderón. Úsase también este sistema poniendo en vez de calderón, una viñeta fina que armonice con el texto.

Sistema Bertieri. Rafael Bertieri comienza el párrafo suprimiendo el blanco de sangría; y pone la línea corta al extremo derecho de la página con un claudátur (paréntesis cuadrado) y unos grupos de puntos separados por espacio mediano, para que formen un cuadrado al lado izquierdo.

Sistema Vizcay. León Vizcay, publicista de Valencia, suprime la entrada substituyendo la sangría por el signo de párrafo §. Con el mismo signo indica el punto y aparte, que pone a continuación de la línea corta, a la cual da un cuadratín de entrada y salida.

Otro sistema. Otro sistema que tuvo bastante aceptación fue el de suprimir la línea corta, completándola a ambos lados con una serie de puntos. Este sistema no es recomendable para casos en que abunden las líneas cortas pues la demasía de puntos afearía la composición.


Sistema Bordas. Un sistema que por su originalidad llamó la atención de los profesionales, fue el del malogrado profesor de las Escuelas Profesionales Salesianas de Barcelona-Sarriá, el salesiano don José Bordas, galardonado con el primer premio en el concurso organizado por Il Risorgimiento Gráfico en el año 1914.
Para suprimir los blancos, de cada línea corta hacía dos, dividiéndola en dos partes iguales. A continuación, como principio del párrafo siguiente, ponía una inicial cuya altura fuera igual a estas dos líneas, y al lado la composición llenando las dos líneas cortas, y siguiendo adelante.
Si en la composición había diálogo, indicaba la separación del mismo mediante el signo =.
Cuando coincidían dos o más iniciales agrupadas, en vez de dividir la línea corta, pasaba a ésta parte de la anterior, cambiando así la colocación de la inicial.
El fin de los capítulos los terminaba siempre en forma de base de lámpara.

Párrafo moderno. Hoy día, vista la imposibilidad de evitar absolutamente las líneas cortas, se ha introducido la costumbre de componer sin sangría, dejando al final de párrafo la línea corta normal.
Esta modalidad no es práctica en los libros; pero en los trabajos de poca extensión, cuidando de separar un poco los párrafos, es de muy buen efecto por la regularidad que presenta en el lado izquierdo de la página. A esta disposición se la denomina párrafo moderno.

Composición quebrada. Otro sistema que ha tenido cierta fortuna, aun para componer artículos cortos de algunas revistas, es el de la composición quebrada (líneas desiguales alineadas por la izquierda o por la derecha) que, a pesar del defecto grave de parecer verso, aporta dos ventajas: igualdad del espaciado y supresión de las divisiones al fin de línea a no ser que coincida una palabra larga.

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