Así se hace un libro

El libro impreso con tipos móviles, “el primer producto industrial de la historia” en palabras del tipógrafo Chema Ribagorda, apenas ha cambiado su fisonomía desde su aparición a mediados del siglo XV en lo que a Europa respecta. Desde entonces la forma en la que se representa la palabra escrita en este soporte se ha ido transmitiendo de generación en generación hasta conformar toda una convención. Debido a esto, la literatura existente sobre el diseño y producción del libro ha residido en obras que, en este campo, han merecido la denominación de clásicos. Por citar unos cuantos, y dentro del ámbito anglosajón, se pueden destacar: The Making of books (Jennett, 1951), Methods of book design, (Williamson, 1956), y los más recientes Designing books: practice and theory, (Hochuli y Kinross, 1996), traducido al castellano por la editorial Campgràfic, o Book typography: A designer’s manual, (Mitchell y Wightman, 2005).

Así que cuando me enteré de que Enric Jardí iba a publicar un manual sobre el diseño del libro no pude más que congratularme ya que debido a la rápida evolución de la tecnología de producción empleada se hace necesaria, cada cierto tiempo, la revisión de los contenidos de este tipo de manuales. Por otra parte, creo que a través de estos se deja vislumbrar la actitud del autor en torno a la idea del libro como artefacto cultural y sus filias y fobias tipográficas algo que pienso que también es muy interesante ya que muestra a los lectores formas de hacer y de pensar el libro. Además, me gusta el tono que Jardí imprime en sus obras, didáctico, directo y no exento de propuestas para el debate y la reflexión.

En las páginas iniciales de Así se hace un libro, que ha sido editado por la editorial Arpa, el autor deja claro que su contenido está dirigido básicamente al libro de lectura continua y lineal que podemos encontrar en novelas o ensayos y en los que el texto es prácticamente su único protagonista. Así podemos leer que “Esta es la razón por la que existe este libro: poner en manos del lector aquello que necesita para hacer libros de lectura que no pierdan el saber que lleva siglos afianzado, pero teniendo en cuenta las características y ductilidad de la nueva tecnología”.


Esta declaración como punto de partida me gusta y la veo acertada, a fin de cuentas mejorar un producto como el libro no puede significar un cambio radical pero se ha de aceptar que los medios actuales de diseño y producción tienen bastante que aportar.
Prácticamente todos los manuales de este tipo que conozco comparten una estructura de contenidos básica. Esta, homenajeando al maestro Hochuli, la podemos dividir en temas que pertenecen al ámbito de la macrotipografía (formato, proporción, características de la caja tipográfica, márgenes, puesta en página, etc.) y aquellos que los englobaríamos en el ámbito de la microtipografía (selección de tipografías y sus estilos, tamaño, longitud de línea e interlínea, estilos, articulación del párrafo, jerarquías tipográficas, elementos paratextuales como notas, citas, etc.). Sobre esta estructura clásica Jardí añade unos contenidos interesantes. Por un lado, en los apartados en los que es necesario, incluye las instrucciones a seguir en el programa de composición InDesign algo con un marcado objetivo práctico y, por otro, unos capítulos finales dedicados a las características de las diferentes partes que conforman el libro como objeto, a la automatización del flujo de trabajo con el fin de optimizar su producción, para finalizar con un apunte sobre el traslado del libro al contexto digital.

El contenido de los capítulos dedicados a los aspectos macrotipográficos descritos más arriba, comenzando por las diferentes categorías de libros hasta el dedicado a la mancha de texto, está apoyado en unas ilustraciones que clarifican sobremanera el contenido del texto. Por ejemplo, las dedicadas al aprovechamiento óptimo del pliego o la bobina de papel o las que nos muestran su plegado, creo que serán de mucha utilidad para los diseñadores que empiezan a dar los primeros pasos con las imprentas.
Siguiendo por las páginas del libro llegamos a los capítulos dedicados estrictamente a la tipografía, sus recursos y su composición. Pienso que el control de estos aspectos son los que dan medida de las capacidades de un diseñador. La tipografía es el reino de los detalles y utilizarla cuidando estos, es una buena tarjeta de presentación para cualquier diseñador que va a hablar bien de su profesionalidad. Recuerdo cuando el diseñador Emilio Gil me comentaba que para mostrar el trabajo de su estudio a los posibles clientes, no mostraba carteles o cubiertas, prefería mostrar proyectos en los que la utilización intensiva de la tipografía y su articulación fuera la protagonista.


En estos capítulos Jardí destila sus preferencias tipográficas, se nota que se encuentra como pez en el agua y por sus páginas desfilan desde un somero repaso a algunas tipografías clásicas que sirven al autor para bosquejar una pequeña línea histórica, hasta cuestiones más técnicas como la composición del texto atendiendo a cuestiones básicas como las características de la tipografía o de la caja tipográfica donde deben encajar. Aquí son también de gran utilidad las ilustraciones que indican al lector los parámetros que para las operaciones de composición del texto, deben utilizar en los programas de maquetación.
Sin duda, esta es la parte del libro que más va a incidir en nuestra actitud a la hora de trabajar con la tipografía ya que, a nivel didáctico, ofrece una información que en su conjunto proporciona las claves para una composición tipográfica optima y que, en cierto sentido, nos convierte en herederos de los grandes maestros del pasado.
Por ejemplo las consideraciones de Jardí en torno a las opciones de partición y justificación o a la aparición de guiones consecutivos al final de línea en un párrafo y su incidencia en la textura general del mismo, dejan entrever toda una línea de pensamiento tipográfico clásico que aquí nos conviene sin duda observar. Puestos a pedir, me hubiera gustado que el autor hubiera incluido en estos capítulos un tratamiento más exhaustivo de la construcción de una rejilla tipográfica, queda apuntado como sugerencia para las siguientes ediciones.

La parte final del libro la dedica el autor a aspectos tales como el tratamiento de los elementos del libro que no son exactamente el cuerpo de la obra como las notas, la portada, los sumarios, etc., pasando por una descripción de las partes que van a dar forma al libro como las cubiertas, las guardas o el lomo y la manera en la que el diseñador debe afrontar su creación y llegando hasta la preparación del archivo digital para su entrega al impresor. En este sentido me parece adecuado incluir en estas obras temas que si antes eran territorio de las imprentas y antes de las fotocomposiciones ahora caen también del lado del diseñador


En este parte se añade un breve apunte de la confección del libro digital que estoy seguro de que merecerá un tratamiento más amplio no ya en esta obra si no en otra dedicada al efecto ya que se trata de un terreno amplio y complicado.

Para terminar quiero apoyarme en unas palabras del autor que dicen: “Tal como hemos hecho en otros libros de diseño, lo que exponemos aquí son consejos, no leyes. Los más experimentados buscan en este tipo de obras completar lo que ya saben, mientras que los jóvenes —contrariamente a lo que pueda parecer— buscan normas”.
Creo que expresan de forma clara a lo que este libro aspira, por un lado servir de obra de consulta y referencia rápida para los profesionales de la edición y, por otro, dotar a los que empiezan con una serie de conocimientos que les permitan dar sus primeros pasos en el terreno del diseño de libros con una cierta seguridad. Normas, modos de hacer que no son mandamientos grabados en piedra sino que fueron apareciendo a lo largo del tiempo demostrando su utilidad y que han conformado una manera de entender como debe de ser la palabra escrita en un producto como el libro, lo que, en definitiva, nos lleva a pensar que sería interesante observarlas si queremos que sus destinatarios, los lectores, disfruten de su encuentro con los autores a través de sus palabras e ideas.

Así se hace un libro
Enric Jardí

Tapa blanda 200 páginas
Editor Arpa; Edición: 1 (23 de enero de 2019)
Idioma Español
ISBN-10 8416601798
ISBN-13 978-8416601790
PVP 24.90 euros